DAVID & JOÂO BARROS MADEIRA. Loulé.
Campeones Distritales de Fondo ACD Faro. Portugal
Texto: Jorge Patricio

Mundo Columbófilo nº 927 de 26 de Marzo. Pag. 8-9

 

Introducción.

            Incluso aquellos que leen poco sobre nuestro deporte ya oyeron el nombre del Dr. Barros Madeira. La familia Barros Madeira no son colombófilos que necesiten hablar de los éxitos del pasado puesto que todos los años consiguen nuevos títulos. Este año, después de una temporada sensacional, tuve curiosidad por algunos asuntos que pueden estar en el origen de su éxito, y decidí plantearlas para oír las palabras de quien vive la colombofilia con gran pasión y sabiduría, prueba de lo cual son su dedicación y los resultados obtenidos.
La reiteración de sus resultados en lo más alto es, de hecho, tan significativo, que sugiere su correcto método de dirigir la colonia. El problema con el que se encuentra una colonia “de top”, ya no es el progresar sino el mantenerse. De ahí las preguntas que se les hacen acerca de sus principales preocupaciones, criterios usados en la selección de voladores y en la adquisición de reproductores. Sin olvidar los métodos usados en el “laboratorio”, o sea, en el palomar de reproducción.

Club donde vuelan

            Soc. Col. Louletana. 68 concursantes, 1600 palomas en Velocidad. Calendario con  especialidades, con 27 concursos.

¿Cómo se debe construir una colonia?

            Esta es una pregunta con múltiples respuestas, todas ellas subjetivas. Mi colonia ideal no coincide con la de nadie más. Pero respondiendo a la pregunta lo más objetivamente posible, considero que para construir una colonia ganadora y que gane títulos, el colombófilo tiene, antes que nada, procurar adquirir palomas de calidad, con buenas aptitudes deportivas y de una buena línea, que le agraden. Como me gusta decir un poco de broma, las palomas mensajeras son como las mujeres y cada hombre tiene su tipo que le gusta,  así que al que le gusten rubias, pues que las busque rubias y al que le gusten morenas, morenas. Después de encontrar las palomas que uno quiere, y ahí la suerte también juega su papel, se ha de ser extremadamente riguroso en la selección y ese rigor tiene que ser tanto mayor cuanto mayores sean las aspiraciones que se tengan.
No puedo olvidar los ojos de horror de un amigo que apareció por nuestro palomar el año pasado para esperar las palomas en el último concurso, al pasar junto al montón de palomas muertas que teníamos para llevar al contenedor ese mismo día. Antes incluso de que las palomas que habían sido enviadas a las últimas pruebas llegasen al palomar, ya había mas de 60 cadáveres allí en un montón.
En 2003, habiendo ganado todo a nivel social y habiendo ganado el título distrital de Fondo, solamente 14 de las 52 hembras voladoras que iniciaron la campaña pasaron a formar parte del equipo del 2004. Con los machos fuimos un poco más indulgentes, y se quedaron 22 de un total de 64. Y todo esto después de una campaña notable a todos los niveles.
La gran herramienta que hace progresar una colonia es la selección. Cuando, como en nuestro caso, existe una colonia de reproductores que aseguran una producción regular de voladores de calidad superior, las medianías no hacen más que ocupar el lugar que podría estar ocupado por elementos de más valía. Es preciso tener el coraje suficiente de darlas de baja para la siguiente generación. Si el palomar de reproductores funciona como debe, entre las palomas jóvenes van a aparecer voladores tan buenos o mejores que los actuales.
Ahora bien, otro aspecto es el que los “craks” vienen de los “craks”, y saber pasar a su debido tiempo los mejores voladores para la reproducción es algo primordial. En 2003 pasaron al palomar de cría el ”Comando” y la ”Mallada” que solo fueron (¡!) las anillas de oro y plata de fondo de la S.C. Louletana en 2002 y 2003, de forma alterna. De ellos saldrán, cruzados con palomas de valor semejante, las futuras “vedettes” de la colonia. Quizás vamos a sentir en el 2004 su falta en el equipo de vuelo y sobre todo sé que voy a sentir la falta de seguridad y tranquilidad que ellos me daban cuando los encestaba, pero no tengo ninguna duda que a medio plazo van a ser una inversión que lo compensará con creces.
El colombófilo cuando encuentra buenas palomas, tiene que apostar y creer en ellas, y dejar de andar eternamente en la búsqueda del milagro.
Nuestros grandes éxitos deportivos en estos últimos años se deben al hecho de haber creído en el valor de los hijos de “Ravel” y sobre todo, de los hijos de la pareja “Ravel” x “Baya anilla de oro” (los padres de “Figo”) y haberlos pasado para la reproducción. Actualmente de nuestras 32 parejas reproductoras tenemos 12 hijos de esta pareja además de 6 hijos del ”Ravel” con otra hembra. Son quienes explican la consistencia de nuestra reproducción. Y los nietos del “Ravel” están detrás de los títulos de estos últimos años, de la misma manera que sus hijos lo estuvieron hace cuatro o cinco años.
Muchos colombófilos son especialistas de lo que yo llamo “colonia ping-pong”. Consiguen algunos “craks”, son campeones, pero después, en vez de reproducir con ellos, los pierden o se enamoran de otras palomas de calidad inferior, se meten en “milagros” y dejan de aparecer en cabeza durante unos años. Después, como hasta resultan ser buenos practicantes, allá consiguen otra vez buenas palomas de otras líneas y vuelven a ganar. Pero el éxito no dura, de nuevo, porque no siguen con las palomas que descubren y vuelven otra vez al limbo hasta un nuevo resurgimiento. Esos aficionados son óptimos para el comercio de palomas, pues se hartan de gastar dinero en “la última moda”, víctimas del viejo refrán de que “la gallina de la vecina siempre es más gorda que la mía”. E, invariablemente, de las palomas que nos gustaron en una visita anterior ya no hay ni rastro cuando visitamos la colonia años después.
Aún más, recientemente, al leer el libro sobre Karen Meulemans, se me quedó grabada en la memoria la afirmación de que cualquier colonia que se mantenga durante muchos años incluso practicando la consanguinidad, acaba siempre por tener malas épocas en lo deportivo. También tenemos que saber aceptar eso. Una colonia es un conjunto de seres vivos y por tanto sufre variaciones, avances, retrocesos. El colombófilo comete errores, tiene épocas de menor dedicación, se pierden voladores de valor, se pasan buenas palomas a la reproducción. El pequeño quebrantamiento en velocidad y medio fondo que tuvimos en 2002 quizás se debió al hecho de haber pasado a la vez, a la reproducción, a todos los hermanos de Figo que todavía integraban el equipo de vuelo. Pero lo importante es volver a los puestos de arriba. Y para volver rápidamente a los puestos de “top”, nada más importante y decisivo que un buen año de cría. Nuestras prestaciones en 2003 son reflejo precisamente de este hecho.

Habló del “Comando” ¿no iba a ir al Barcelona en el 2003?

            Efectivamente ese era nuestro plan precampaña. Se trata de una paloma que sólo consigue el máximo de rendimiento por encima de las 12 horas de vuelo y que nunca vimos llegar cansado. Un verdadero maratoniano. Sólo que nuestra resolución de enviarlo a Barcelona fue disminuyendo en la medida de que la única hija que teníamos de él iba viniendo en cabeza… y el “Comando” acabó por ir al último Ponferrada y conseguir, todavía, la anilla de plata de fondo en la S.C. Louletana. Lo perjudiqué en términos de palmarés con la gestión contenida de salidas que se le programó en el 2003, pero ¿quién no yerra? De cualquier manera, estoy firmemente convencido que la tardía del “Comando” va a ser una de nuestras mejores valedoras para la próxima campaña.
Una realidad con la que progresivamente nos fuimos enfrentando desde el 2000 fue la de que, todos los años, de los tardíos que criamos de los mejores voladores de la temporada, aparecen algunos pichones extraordinarios. Algunas veces pienso si no deberíamos sacar muchos más hijos de nuestros voladores y reducir el número de reproductores.

¿Cuál es su principal preocupación como colombófilo?

            Sin duda alguna, el mantener la colonia en números aceptables y controlables. El número excesivo de palomas es el mayor de todos los pecados en colombofilia. El colombófilo que se carga de palomas, pierde el control, trata peor, limpia menos, deja de conocer a las palomas, baja el nivel sanitario, relaja la selección y pasa de bestial a bestia en un instante. Y éste es un pecado tanto de ricos como de pobres. Es preciso tener el coraje de hacer opciones. Cuando nos casamos con una mujer, estamos abdicando de las otras.
Sobre todo me causa aflicción las verdaderas colecciones de reproductores que veo algunas veces. En las palomas mensajeras, y sobretodo en los reproductores, lo que interesa es la calidad, no la cantidad. Si sólo tenemos sitio para 100 pichones al año, ¿para qué hemos de tener más de 20 parejas de reproductores? ¿Para qué sirven las otras? ¿Para mostrar o para prestarle a los amigos? ¿Alguien puede inferir el valor de un reproductor sin volar al menos cuatro o cinco hijos por año?

            Nuestro equipo principal de vuelo tiene, como máximo, 115 miembros. El palomar de las hembras viudas tiene 50 posaderos, ¡y no queremos más!, y tenemos desde el año pasado 64 machos viudos en los nidales, en lugar de 36, forzados por el calendario actual, con su plétora de concursos. ¡Y quiero subrayar que era más feliz sólo con los 36!. “Small is beautiful

            Los pichones son censados a nombre de mis hijos y son enviados a los entrenamientos y, por lo menos, a 5 concursos de velocidad, cada uno de ellos. Con el sistema actual de nueve concursos de velocidad consecutivos, no los inscribimos para el medio fondo, pues así pasamos a tener un bando menos que entrenar cuando empieza el fondo y quedamos, por tanto, con más tiempo para el equipo principal. Antes me gustaba seleccionar a los de origen de fondo en las pruebas de medio fondo, en territorio español, pero la disminución del trabajo es significativa, y compensa el hecho de poder eliminar erróneamente un futuro buen volador de fondo.
Por otro lado, no abdicamos de la selección a la mano, además de la deportiva. Para que un pichón pase para el equipo principal, tiene, además de las prestaciones, tiene que tener cualidades físicas que nos permitan pensar que va a conseguir una carrera duradera. “Mula sin patas, no da coces”. Solamente deja de ver las ventajas de este tipo de selección quien no sabe hacerla.
Llevar una colonia da mucho trabajo físico y mental y exige mucha dedicación a quién quiera hacer las cosas bien hechas.
Muchas de las grandes colonias que dominan actualmente el panorama de la colombofilia belga son manejadas por grupos de trabajo y ya no por un único colombófilo. Las colonias Engels, Vanhove-Uytterhoeven, Houben y Gyserbrecht, son ejemplos de trabajo en equipo. La nuestra, en cierta manera, ya lo es también pues tanto yo como mi padre y nuestro manager Fernando Pasarinho tenemos nuestras funciones y competencias bien definidas. Pero incluso con tres personas y una buena organización, hay límites en el número de palomas que no pueden ni deben ser sobrepasados.

¿Cuáles son vuestros criterios para la adquisición de palomas?
Difícil pregunta. Nuestro criterio se asienta en tres pilares… resultados deportivos, calidad a la mano y origen. De todas formas existen otros aspectos que deben ser reseñados. Normalmente, cuando quiero comprar palomas en Bélgica, ya voy con los deberes hechos de casa. O sea, ya leí todo lo que había disponible sobre la colonia y el colombófilo que voy a visitar. Si a la mano las palomas responden a nuestras exigencias y me agradan, entonces se habla de negocios. Es raro, en cambio, que compre alguna paloma en una primera visita. Salvo que sea posible la adquisición de “aquella paloma” en particular que me agrada mucho. Sí que compro cuando encuentro que conozco lo suficiente de la colonia y del colombófilo para acertar de lleno. Cuando tengo éxito, continúo comprando en los mismos palomares y procuro tener una buena relación de amistad y cooperación con las personas. No compro palomas sin verlas y no encargo pichones. Pregunto en que fecha está la cría disponible y me desplazo a propósito para ver y escoger. Si no encuentro palomas que cumplan con todos los requisitos, entonces se vuelve el próximo año.
Normalmente voy a Bélgica siete u ocho veces al año, más para ver, aprender y divertirme que para comprar. Manosear buenas palomas y craks es uno de mis placeres en cuanto colombófilo y estoy convencido que cuanto más lo hago más aprendo y más desarrollo mi capacidad de evaluar correctamente lo que tengo entre manos.
Desde hace algunos años cruzamos nuestra antigua línea de base Vereecke con palomas de la familia Vanhove-Uytterhoeven con gran éxito. El “Ravel” es actualmente nuestra paloma base fundamental. Es un hermano legítimo de “Jorge Bolero” que de aquella era el mejor yearling de la colonia Vanhove y que el año siguiente ganó el 1º Nacional de Limoges. Sus descendientes son hoy en día la columna vertebral de nuestra colonia. También tuvimos éxito con dos hijos de la pareja “Río” x “Petroika” y con una hija de “Jorge Bolero” x “Dame Blanche”. Por coincidencia, o quizás no, estas parejas están en la base de los éxitos de la colonia Vanhove en estos años mas recientes, por ejemplo, el 1º Nacional de Bourges del año pasado es un hijo de “Vivaldi” que es un hijo de “Jorge Bolero” x “Dame Blanche”. Otra adquisición con la que acertamos fue con el “Ámsterdam” Vanhove. En 2003, un hijo hizo 1º Distrital de Burgos, otro, 1º Ponferrada II en la S.C. Louletana y 4º Distrital, otra fue Anilla de Bronce de fondo y otra hizo entre otras clasificaciones, tres quintos premios. Pero la adquisición de “Ámsterdam” solo fue posible después de dos años de insistencias y de negativas sucesivas… y no me pregunten por cuánto.
En los resultados deportivos nos interesan tanto los de la paloma que adquirimos en si como también los de los padres y de la línea de donde viene. Una de las razones de nuestra apuesta continuada desde el 92 en las palomas Vanhove está en la buena base y en las buenas prestaciones deportivas de esta colonia de medio fondo y gran medio  fondo desde hace muchos años. Otro aspecto importante es el de que vuelen machos y hembras y el que los padres, abuelos y bisabuelo de las palomas que adquiero tienen todos resultados deportivos relevantes lo que nos da seguridad en relación a la constancia reproductiva de la línea.
Actualmente nuestro interés se centra en la especialización en el Fondo y Gran Fondo. Nuestras palomas actuales son excelentes para ganar campeonatos absolutos porque ganan bien tanto en velocidad como en el fondo hasta los 700 Km. Para ir más lejos, y después de muchas visitas y de un cuidado análisis, introducimos palomas de George Bolle, Roger Florizoone y de la familia Gyselbrecht. Con un hijo del 1º Nacional de Dax de bolle cruzado con una hembra de nuestra vieja línea, ya quitamos un palomo extraordinario de fondo, nuestro “Comando”. Con los Florizoone, tenemos también resultados al cruzar con hijos de “Ravel”. Y hace algunas semanas adquirimos el “Express”, de Robert Dobbelaere, un volador tremendo y de gran origen. Creo que nunca ha venido para Portugal ninguna paloma belga con un palmarés equivalente en fondo. Nuestro plan consiste en criar los hijos del Comando con los del Express para crear una línea de palomas para volar los Zaragoza, Léridas y Barcelonas.

Médico especialista en enfermedades de los ojos, ¿cuál es su opinión en relación con la teoría de los ojos?

            Que me disculpen los aficionados, pero soy un escéptico. Me gusta ver ojos bien pigmentados, vivos, brillantes, bien implantados y con pupilas pequeñas, pero los ojos son un pormenor en un todo. No se evalúa un automóvil solo por sus faros.
En relación a la teoría del ojo, se cayó en la exageración. Si todo lo que se afirma fuese verdad, con todas las ventajas que el “Eye Sign” ofrece, sus peritos arrasarían ante cualquier participante y lo ganarían todo. Pero no es eso lo que ocurre.
En términos de teorías, soy mucho más “alar”, que partidario de la teoría de los ojos. De hecho, tengo manoseado miles de palomas y nunca vi ningún volador extraordinario que no tuviese buenas alas, y estoy harto de ver voladores y reproductores fabulosos en los que no descubro nada de significativo en términos de las llamadas “señales del ojo”. Por ejemplo, el famoso ”Witenbuik” Vandenaebele tiene un ojo blanco claro, igual al de tantas otras palomas, y en el que no vi puntos, comas, líneas de esto o de aquello, ni particularidades en los círculos. Pero tenemos un hijo directo del “Witenbuik” que es un excelente reproductor y que fue inicialmente anotado como paloma a eliminar de nuestra reproducción por un “especialista” del ojo.

Está claro que algunos “creyentes” podrán decir que el problema soy yo que no sé ver, pero pueden creer que procuré leer sobre el asunto, compré libros y vídeos de los “catedráticos”, tuve mis momentos de duda y después saqué mis propias conclusiones. Las palomas son un todo. Tienen que tener una buena ala, buena osamenta, equilibrio, buen plumaje, etc. (aplicados a buenos voladores, los principios del Standard permanecen válidos). Y aún después de todo lo que es visible y cuantificable, todavía  nos topamos con los problemas de salud, con el sentido de la orientación y con la inteligencia del propio animal. Dudo que tales predicamentos puedan ser medidos o inferidos por los ojos, a pesar de todo lo que ya tengo leído o escuchado. Aún todavía, hay experiencias científicas en que palomas mensajeras con los nervios ópticos seccionados y, por tanto, completamente ciegos, consiguieron volver a su palomar.

Tiene la reputación de andar siempre con su palomar de reproducción en obras. Palomares con una única pareja, ¿porqué y para qué?

            Empiezo con la observación de un buen amigo que siempre me dice que nosotros somos los únicos colombófilos que conoce que tiene mejores instalaciones de reproductores que de voladores.
En 2003 tenemos nueve palomares de reproductores, siendo seis de ellos para parejas individuales, de 1,20 m. de largo por 1,80 m. de profundidad. Dos de 2,5 m. x 3.00 m, con 12 nidales cada uno, y otro de 3 x 3 m. con 16 nidales. Los nidales son de limpieza automática con cinta sin fin. Los tres palomares colectivos tienen también un voladero al frente. La capacidad total es de 46 parejas, aunque nunca sobrepasamos las 35. O sea, que tenemos 70 palomas en donde muchos tendrían 200. Todavía poseemos un palomar anejo con posaderos para los reproductores no aparejados, donde están 16 hembras adicionales.
Los palomares adicionales no son una idea nuestra. Existen en Bélgica en muchas colonias. Son óptimos para los reproductores viejos, donde tienen mucha más tranquilidad, garantizan el aislamiento sanitario de la pareja, aseguran que los pichones sean siempre del macho y no del vecino de al lado, se evitan huevos rotos por trifulcas territoriales y permiten rentabilizar los mejores machos reproductores por permitir cambios fáciles y frecuentes de hembras. Si pudiese, tendría a todos mis reproductores en palomares individuales. Quizás de aquí a unos años…

¿Cómo maneja a sus reproductores?

            La buena forma de los reproductores es tan importante como la de los voladores. La cría implica estrés y esfuerzo para las palomas al igual que los concursos. Y los buenos resultados de la cría dependen directamente de la buena condición y de la salud de los criadores. Por eso nuestra constante preocupación con las instalaciones, entre otras. Me quedo perplejo cuando a veces veo la forma en que muchos colombófilos tratan a sus reproductores, amontonándoles en palomares sin condiciones y tratándolos como “de segunda”. Nuestros reproductores son tratados con todo o más cuidado y devoción que nuestros voladores.
La temporada de reproducción es cuidadosamente preparada. Las parejas son puestas primero en el papel y después discutidas con mi padre, con decisión final compartida, después, incluso, de debates acalorados. Las hembras reproductoras se ponen a dieta unas tres semanas antes de aparear. La postura se retrasa si las reproductoras no estuviesen con el peso ideal. Se les proporciona nuevamente una ración rica los tres últimos días antes de aparearse. Son administrados suplementos vitamínicos dos veces por semana en la semana que antecede a la caza del nido y durante esta fase. Cuando las parejas ponen, hacemos un tratamiento contra la tricomoniasis vía oral, en comprimidos. ¿Por qué comprimidos? Por dos razones. Primero, porque no deben ser administrados medicamentos antitricomoniásicos a palomas con una cierta edad por disminuir su fertilidad, y si fuesen dados en el agua de bebida no los podríamos excluir del tratamiento. Segundo, porque si una hembra se atrasase en la puesta, con el tratamiento vamos a complicar todavía más el problema y aumentar el retraso.
Durante la cría, las palomas tienen siempre grit, vitamineral y piedra de picar salado a su disposición, y son renovados regularmente. El palomar se limpia todos los días y los bebederos son desinfectados todas las semanas, tal como hacemos con los de los voladores.
Reproductor que se “viene abajo”, es investigado para ver si tiene algún problema sanitario, y es tratado si fuese necesario. Nada es dejado al azar.

¿Consanguinidad o cruzamiento?

            Los dos sistemas son complementarios. Digamos que los cruzamientos son el camino para obtener lo excelente y la consanguinidad es la forma de mantener la colonia.
Preferimos habitualmente formas de consanguinidad alejadas, tío x sobrina, abuelo x nieta, primos. Teóricamente, la consanguinidad muy cercana provoca disminución en las prestaciones deportivas y se destinan más a la obtención de reproductores. En cambio hemos tenido resultados deportivos fuera de lo común con el cruce de medios hermanos.
Nuestra “140”, una máquina de marcar (1º Distrital de Ponferrada, entre muchos otros premios), es hija de medios hermanos y en la última campaña una de nuestras mejores hembras de fondo. Nuestra “Vermella” es hija de dos medios hermanos, ambos hijos de “Ravel”. Este año de 2004, tenemos previsto hacer por lo menos tres parejas de medios hermanos de esta línea para intentar sacar algunas conclusiones.

¿Reproductores jóvenes o viejos?

            La edad de un macho reproductor no tiene gran importancia. Nuestro “Puskas” nos dio una anilla de oro ¡con 14 años! Lo que ocurre algunas veces es que los machos con edad crían peor que cuando eran jóvenes. Tenemos por ello el cuidado de dejarlos criar tan solo un pichón por nidada, o pasamos sistemáticamente los dos pichones para otra pareja.
En lo que respecta a las hembras, cambia la situación. Preferimos reproductoras jóvenes. Creo que con la edad, en muchos casos sucede una disminución de la calidad de la descendencia, por deterioro físico. El proceso de formación del huevo es complejo y exige mucho de la hembra. Si ella no estuviese en buen estado, doy crédito que esa situación repercute en la formación de los huevos. En mi opinión, quien quiera aprovechar una reproductora ya añosa tiene que preocuparse bastante en mantenerla en buenas condiciones de salud y forma física.

¿Cambia mucho las parejas?

            Soy un gran partidario de darles varias hembras durante el año a los mejores machos reproductores. Algunos de los mejores machos llegan a recibir hasta cinco palomas diferentes durante la época de cría. Por esa razón tengo siempre más reproductoras que reproductores. Incluso con material de primerísima calidad, tenemos que ensayar múltiples combinaciones para procurar dar con las mejores parejas. Ahora bien, cuando tengo buenos hijos de una pareja, procuro explorarla al máximo y sólo después de cuatro o cinco posturas con la hembra  con la que ya se acertó, es que recibe otra.
Variar mucho las parejas tiene grandes ventajas en términos de selección porque permite identificar con rapidez a los mejores reproductores, tanto machos como hembras. Si un macho no da nada cruzado con tres o cuatro hembras que dan buenos hijos con otros reproductores, tenemos que empezar a pensar que él estará de más y tendrá que ser eliminado. Y lo mismo se aplica a las hembras.
La reproducción es un juego de ensayo y error. Quien elimina y corrige los errores más rápidamente, es el que más progresa.

Palabras finales.

            El año de 2003 terminó mal. Perdimos uno de nuestros mejores amigos y la colombofilia quedó más pobre y con menos encanto. El día 31 de Diciembre falleció, en el Hospital del Destierro, Álvaro Pereira da Silva.
Con su desaparición termina una gran generación lisboeta que dominó el panorama de nuestra colombofilia hasta el final de los años 70. Una tragedia individual en la gran tragedia colectiva que es la agonía de la colombofilia de la capital.
Con su padre, José María da Silva, formó la pareja más importante que la colombofilia portuguesa conoció nunca. Como colombófilos y sobre todo como columbicultores, llenaron centenares de palomares de este país de gloria y alegrías.
Las diversas líneas de Álvaro Silva pueblan la realidad y el mito de la colombofilia portuguesa. ¿Quién no oyó hablar de los “Fabrys plumas blancas”, de los “Sentinelas”, de los “Lescaliers”, de la ”Coxiña”, del “Lérida plumas blancas”, del “Favorito”, del “Grosso”, de la “Butterfly” y de tantos otros?
Ya oí a alguien comparar el palomar de la calle Palmira con el palomar Janssen. Su importancia para la colombofilia portuguesa es de hecho semejante al de los Janssen para la Belga.
Un aspecto anecdótico es que Álvaro Silva visitó a los hermanos de Arendonk en 1971 y no compró ninguna paloma porque no le gustaron, ni tampoco las palomas que vio. En cambio, ese año, encontró en Bélgica en una subasta el “Notario”, que fue el padre, entre otros, del “Sentinela”.
Si existe un Paraíso, estoy seguro que también allá existen concursos rápidos de Monfortinho y largas esperas de Barcelona. Nuestro amigo Álvaro estará ahora a la espera del “Cao”, de la Coxinha”, o del “Puskas”, de constatador en puño, o en la cervecería donde los colombófilos se reúnen a discutir el concurso de la próxima semana, hablando de parejas o riéndose de una de las historias de su amigo Bizarro.

 

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